sábado, 6 de octubre de 2007

Capítulo V (epílogo)

Redi, 13 de Septimus de 1669.

Puerto de Kirk, en Vendel.


- ¿Esto es lo que has comprado con nuestro dinero? - le preguntó Blind enojado a su socio - ¡Pero si a duras penas se mantiene a flote!

Wolf le cogió por los hombros e intentó tranquilizarle - No te preocupes amigo, confía en mí, este es el barco que necesitamos…

- ¿Pero para que? ¿Para llegar al fondo del mar? ¡Pero si ahora que aún está atracado ya debe tener media bodega llena de agua! - dijo apartándose de su compañero airadamente.

- Es verdad que necesita unos pocos arreglos, Blind, pero tampoco hay para tanto.

- Pero es que no te das cuenta de que los problemas los vamos a tener antes de zarpar si quiera. Cuando nuestros hombres vean este despojo tendremos suerte si no nos pasan por su asquerosa quilla - dijo señalando la parte inferior del viejo bergantín. De golpe, Blind se percató por el rabillo del ojo de que algo se movía donde estaban las provisiones - ¡Oh, por Theus! ¡Es una rata eso que se está llevando el saco de las manzanas! - gritó con las manos en la cabeza.

¡¡¡BOUMMM!!! Y el pellejo del asqueroso bicho saltó por los aires después de que el capitán le disparase con su pistola.

- No te preocupes hombre, ya encontraremos un gato…

- ¡¿Un gato?! ¡Dirás un oso, porque si metes a un gato para estos menesteres terminará siendo la cena de esas descomunales bestias!

Blind no podía comprender como su amigo había podido gastar casi todos sus gremiales en esa ruina y andaba de un lado para el otro de la cubierta desquiciado. Por más que lo intentara, no podía encontrar algo en esa antigualla que le reconfortara lo más mínimo. Cuando se dió por vencido, se volvió a acercar a Wolf y le espetó:

- ¿Pero quien ha tenido la desvergüenza de venderte semejante deshecho?

Cargándose de paciencia, Dylan Wolf le respondió con el mayor sosiego posible - Busqué diligentemente por el puerto y los astilleros, pero no encontraba ningún navío adecuado para nuestras necesidades…

- ¿Nuestras necesidades? - le volvió a cortar - Pero que crees que…

Wolf continuó haciendo caso omiso a su socio - Estaba a punto de claudicar, cuando un viejo lobo de mar que había servido a la Armada eisena se acercó a mi y me ofreció este navío. Al principio yo también reaccioné negativamente al verlo, pero el eiseno me contó la historia y capacidades del barco y me convenció para adquirirlo ¿Sabías que hace más de cinco décadas que surca los mares y nunca ha sufrido ningún percance importante?

- ¿Cinco décadas? No hace falta que lo digas, esto salta a la vista. Lo que me pregunto es si aguantara cinco años mas “surcando los mares”…

Wolf continuó con su argumento - ¿Sabías que ha participado en más de diez batallas y siempre ha salido indemne de todas ellas?

- Que si, pero…

- ¿Sabías que pocos navíos pueden darle caza y que menos aún pueden escapar de su persecución?

- Pero es que…

- No te preocupes Blind, confía en mí como lo has hecho siempre hasta ahora. Este barco necesita un repaso, es verdad, pero con el "Old Hawk" conseguiremos navegar más veloces que con ninguno de los que puedas encontrar por aquí. Ahora lo que nos debe preocupar es conseguir una buena tripulación para poder abordar a los desdichados que se crucen en nuestro camino. En las costas de estas islas hay muchos poblados con hombres fuertes que por su tradición han aprendido el uso de la espada y el hacha. Son fieros guerreros endurecidos por un clima severo y una mar despiadada. Tenemos que conseguir que se suman a nuestra tripulación.

Rendido por la persistencia de su compañero, Blind agachó su cabeza y suspirando para sus adentros, musitó - …perfecto, además de viajar en una tartana lo haremos acompañados por campesinos del siglo pasado…



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